lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz Año Nuevo


Me siento en un banco de piedra a orillas de la playa, mientras mi perro se dedica a olisquear por los alrededores. Es pasada la medianoche, y a pesar de ser finales de diciembre, la temperatura es muy agradable. Corre una suave brisa y las calles, a estas horas, están vacías de gentes.
El cielo está casi despejado, sólo se ven unas pocas nubes blancas que lo cruzan a toda velocidad. Las aguas del océano reflejan como un espejo los rayos de luz que emanan de la luna. Ésta, casi llena, ilumina la oscuridad de la noche excepto cuando se esconde detrás de las nubes. Aún así se pueden ver las estrellas que más brillan incrustadas en la profundidad del firmamento.
Al fondo, de frente, puedo observar las luces de una gran ciudad que iluminan parte de la noche. En ella distingo la señal del faro romano que hace de guía a los que por mar se acercan.
Puedo escuchar cómo las olas que llegan a la orilla se mueren en ella. Aunque pasa de medianoche y aún faltan algunas horas para que el sol haga acto de presencia en el horizonte, algún pájaro trasnochador escondido en las ramas de un árbol canta una alegre melodía que yo tomo para mí.
Todos mis sentidos gozan de lo que percibo a mi alrededor. Disfruto de este momento, de la calma, la tranquilidad y la paz e intento que cada célula de mi cuerpo se impregne de ello.
Me emociono. Y me pregunto si realmente sabemos apreciar los pequeños detalles, si sabemos vivir dando gracias por lo que tenemos, si sabemos discernir lo que de verdad importa, si sabemos disfrutar de la vida,……..me pregunto si realmente sabemos VIVIR.
Vivir sin dejarnos influir por lo que nos hace daño, vivir apartándonos de lo que nos pone frenos para crecer, vivir alejados de lo que no nos deja vivir,…….y en este momento, vivir sin dejarnos arrastrar por la falta de optimismo social.
Sólo nosotros podemos escoger lo que queremos, tenemos la libertad de elegir, aunque a veces no veamos el camino iluminado como nos gustaría que estuviera.
Me sonrío, doy gracias por este momento aquí y ahora, y por todo lo vivido este año que se acaba, por tantas experiencias........por todo lo que me ha dado.
También doy la bienvenida al Nuevo Año, le expreso mis deseos y recuerdo que creer es crear. Abro mi corazón para recibir lo nuevo que me espera y me tenga preparado el destino.
Me levanto y me dirijo a casa con mi perro, con el firme convencimiento de que se puede vivir y sentir como lo he hecho ahora, en este momento, con bienestar y felicidad. Sé que esta reflexión no quedará sólo en eso, sino que intentaré cada día ponerla en práctica, para, independientemente de las circunstancias exteriores que me rodeen, que mi Ser esté emocionado cada día por VIVIR la vida.
Feliz Año Nuevo